Cuál es el sexto número?
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Christine Ellen Hynde, conocida como Chrissie Hynde (7 de septiembre de 1951, Akron, Estados Unidos), es una cantante, guitarrista y compositora de rock, fundadora y único miembro del grupo The Pretenders que ha permanecido en él a lo largo de toda su historia.
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La ciudad de Akron (Ohio) es célebre por sus fábricas de neumáticos y ha sido la sede, entre otras, de las firmas Goodyear y Firestone. Hynde estudió en el instituto de esta última, y reconocía que
I was never too interested in high school. I mean, I never went to a dance, I never went out on a date, I never went steady. It became pretty awful for me. Except, of course, I could go see bands, and that was the kick. I used to go to Cleveland just to see any band. So I was in love a lot of the time, but mostly with guys in bands that I had never met. For me, knowing thatBrian Jones was out there, and later that Iggy Pop was out there, made it kind of hard for me to get too interested in the guys that were around me. I had, uh, bigger things in mind. | Nunca me interesó mucho la escuela. Vamos, que nunca fui a un baile, nunca tuve una cita, ni tuve ninguna relación. Se convirtió en algo bastante horrible para mí. Excepto, por supuesto, que podía ir a ver a los grupos, y eso era un puntazo. Iba a Cleveland para ver a cualquier banda. Así que estaba casi siempre enamorada, pero la mayoría de las veces de chicos de grupos y a los que jamás conocí. Para mí, saber que Brian Jones había estado allí, y después Iggy Pop había estado allí, hizo que me costara interesarme en los chicos que estaban a mi alrededor. Tenía... cosas más importantes en mente1 . |
Junto con la música, Hynde tenía una segunda obsesión: cuando a los doce años, en la escuela le pidieron redactar un poema basado en su palabra favorita, la escogida fue Inglaterra2 3 , lugar de origen de sus héroes de adolescencia (Beatles, Kinks, Rolling Stones, Jeff Beck).
Estudia Bellas Artes en la Universidad de Kent. Experimenta con la contracultura, el hippismo, las drogas, el vegetarianismo o la mística oriental. Entra a formar parte de una banda (donde coincide con Mark Mothersbaugh, también de Akron y luego en Devo), y es testigo en 1970 de la masacre que tuvo lugar en esa Universidad (conocía a Jeffrey Miller, una de las víctimas). Tras acabar sus estudios alterna diversos trabajos, entre ellos el de camarera, para sobrevivir y costearse el viaje a Inglaterra.
En 1973 consigue trasladarse a Londres, donde encuentra un puesto en un estudio de arquitectura, que abandona después de ocho meses. Es entonces cuando conoce al crítico británico de rock Nick Kent con el que inicia una relación y que le proporciona una plaza de redactora en el semanario New Musical Express (NME). Pero esto tampoco duró y acabaría por trabajar de dependienta en la entonces desconocida boutique SEX —propiedad de Malcolm McLaren y Vivienne Westwood, desde donde saltarían más tarde a la fama mundial Sex Pistols y la estética punk británica— para ser despedida por un altercado con un cliente.
Desde allí se traslada a Francia, donde trata sin éxito de reunir una banda, para regresar a Cleveland en 1975 y de nuevo a Francia en 1976, repitiendo el infructuoso intento de formar un grupo.
Regresa entonces a Londres, en pleno inicio del estallido del movimiento punk. A finales de 1976, Hynde contesta al clásico anuncio en la revista Melody Maker donde se reclutan músicos para un grupo, y participa en una audición para quienes luego serían 999. Jon Moss (Culture Club) o Tony James (Generation X) pasaron también por esas audiciones.4 Comienza entonces a entablar relación con los componentes de Sex Pistols y el Browmley Contingent, estrafalario grupo de seguidores de la banda (en una entrevista a principios de los años 90declaró que estuvo a punto de convertirse en la "Señora de Sid Vicious", antes de la relación de éste con Nancy Spungen, y se especula con que su propósito fuese conseguir la nacionalidad británica).2
Los intentos de Chrissie Hynde por entrar a formar parte de una banda se suceden: primero, junto a Mick Jones (más tarde en The Clash); luego, con Masters of the Backside (donde Malcolm McLaren le buscó un puesto como guitarrista, pero los futuros miembros de The Damned le pidieron que abandonara el grupo); y más tarde, con la banda de Johnny Moped. Mick Jones invitó a Chrissie a acompañar a The Clash durante su primera gira por Gran Bretaña. De aquella época, Hynde recuerda:
It was great, but my heart was breaking. I wanted to be in a band so bad. And to go to all the gigs, to see it so close up, to be living in it and not to have a band was devastating to me. When I left, I said, 'Thanks a lot for lettin' me come along,' and I went back and went weeping on the underground throughout London. All the people I knew in town, they were all in bands. And there I was, like the real loser, you know? Really the loser. | Fue estupendo, pero se me rompía el corazón. Deseaba tanto estar en una banda... E ir a todos los conciertos, verlo tan de cerca, vivir en ello y no tener un grupo era devastador para mí. Cuando me fui, le dije: "muchísimas gracias por dejarme venir", y me volví y me crucé llorando todo Londres en el metro. Todos aquellos a los que conocía en la ciudad estaban en algún grupo. Y allí estaba yo, como la auténtica perdedora, ¿sabes?; realmente la perdedora1 5 |
En un último y breve intento se incorpora a The Moors Murderers en 1978, con Steve Strange (futuro Visage) como cantante, Vince Ely en la batería, y Mark Ryan y Chrissie Hynde como guitarristas. El nombre del grupo, en honor a una pareja de asesinos de niños, bastó para generar polémica y que Hynde se distanciara de él, tal y como explicó en el NME:
I'm not in the group, I only rehearsed with them. Steve Strange and Soo Catwoman had the idea for the group, and asked me to help them out on guitar, which I did, even though I was getting my own group together and still am. | No estoy en el grupo, sólo ensayo con ellos. Steve Strange y Soo Catwoman tuvieron la idea del grupo, y me pidieron que les ayudara con la guitarra, cosa que hice, aunque yo estuviera formando mi propio grupo y lo esté haciendo aún6 |
Finalmente, una de las maquetas grabadas por Hynde llega a manos de Dave Hill, propietario de la discográfica Real Records. Hill comenzó a intervenir en la dirección de su carrera musical, empezando por saldar el alquiler del local donde ensayaba la artista, y aconsejándole que se tomara el tiempo necesario para reunir una banda.
En la actualidad Hynde vive en Londres, aunque mantiene un apartamento en su ciudad natal.7
La cantante también es una reconocida feminista y defensora de los derechos de los animales. Es vegetariana y no se muestra a favor de las drogas: "Lo triste es que haya demanda para ellas. Si el mundo fuera perfecto probablemente no existirían los laboratorios que realizan drogas legales que hacen más mal que bien. Yo estoy a favor de legalizar la marihuana y no me importaría que los jonkies pudieran consumir de manera controlada si con ello se disminuye la criminalidad. Pero, con todo, las drogas es un tema que no me va y en el que no entro. Es como la carne: es legal, pero a mí comerla me parece negativo".
Chrissie Hynde es militante de PETA, una organización por los derechos de los animales, y es capaz de montar un escándalo como el que tuvo lugar tras la celebración del homenaje a Linda McCartney que ella misma organizó. "La fiesta posterior al concierto "-recuerda-" se hizo en un club clásico inglés, con reminiscencias del imperio. Todas las paredes estaban llenas de cabezas de animales disecados y unas patas de elefante servían como soporte a unas sombrillas. Dan Mathews y yo nos sentimos tan ofendidos que cogimos una de esas patas y nos dirigimos a un parque que había enfrente para darle un entierro digno y simbólico. La policía nos detuvo en la puerta y no pudimos proseguir".
Se opone a las corridas de toros (dice estar orgullosa de tocar en las plazas donde se celebran: "me gusta que se utilicen para conciertos en lugar de para otra cosa"), y también a los encierros tradicionales. A través de PETA envió una carta a la alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina, exhortándola a suspender los que se celebran durante los Sanfermines8 y convocando en su lugar un "encierro humano" que se celebra desde 2003.9
ROCÍO AYUSO 19/04/2009
Guapo, elegante, divertido, educado... y, sobre todo, buen actor. Clive Owen se declara enamorado del cine, pero no del fasto que lo rodea. Esta primavera ha regresado por todo lo alto a las pantallas con 'The International' y 'Duplicity', compartiendo planos con dos actrices de lujo, Naomi Watts y Julia Roberts.
Quieres que te dé el nombre de un buen actor? Clive Owen es tu hombre. No es de los que se dan aires. No. Está a lo que está. Interpretar a seres humanos, no caricaturas. Y es divertido, agradable, educado, elegante, guapo? ¡Igual que yo!". La carta de presentación llega de Michael Caine. El británico no está solo en sus halagos a su compatriota de 44 años, pero es el más acertado. Los demás hablan de lo obvio: Clive Owen, el omnipresente en las listas de los mejor vestidos; el rostro oficial de la casa Lancôme o "el próximo gran actor", según la revista GQ. Además, Owen lleva a mérito haber sido el más votado para encarnar a James Bond antes de que la familia Brocolli se decidiera por Daniel Craig. Angelina Jolie le dijo a la cara que era el hombre "más sexy"con el que había trabajado (antes de que rodara con Brad Pitt).
�El más �sexy�, el mejor vestido, el nuevo Bogart� cualquier actor que se tome algo de esto en serio tiene un gran problema�
�No me van los héroes. Suelen ser los personajes más aburridos. ¡Nadie es así en la realidad!�
A Owen también le comparan con Humphrey Bogart, y el actor se deja con una de esas sonrisas suyas que desarman al más pintado. Además, Bogart es uno de sus ídolos, junto con David Bowie y el futbolista Steven Gerard, una extraña mezcla. "Cualquier actor que se tome algo de esto en serio tiene un gran problema", dice de entrada. Está claro que la vanidad no es el suyo. Divertido, agradable, educado, elegante, guapo... así es el Owen de carne y hueso. Un hombre que lleva los años sin disimulo y sin que eso afecte a su belleza. Sus ojos no pueden ser más verdes y tienen ese toque lacónico que abre camino a su alma. La sonrisa, siempre a punto, lo mismo que sus modales, y una carcajada explosiva es la respuesta cuando no quiere contestar.
Dos estrenos de los que hablar, The Internacional y Duplicity, junto a Naomi Watts y Julia Roberts, respectivamente, y dos hijas siempre en sus labios, Hannah y Eve, pero que junto a su esposa, Sarah-Jane Fenton, prefiere alejar de la luz pública. Son las dos constantes en su vida: carrera y familia. Lo demás no importa. Bueno, a excepción de los partidos del Liverpool. "Probablemente son mi único vicio", confiesa.
Padrazo, esposo, forofo, ¿estrella? Owen no es una estrella, es un actor. Lleva disfrutando una década de fama, desde que el pequeño filme Croupier le sacó del anonimato y le colocó bajo las luces de Hollywood. Una colección de películas tan variadas como interesantes hizo que la crítica estadounidense le tomara por el nuevo Sean Connery en sus años de galán atractivo, pero reservado. Gosford Park, El caso Bourne, Sin City, Plan oculto y Closer, con la que consiguió el Globo de Oro al actor secundario y su primera candidatura al Oscar, son algunos ejemplos.
Definitivamente, la fama ha llamado a su puerta, pero no se puede decir que la esté buscando. Es actor porque le gusta la interpretación. Lo que viene con ello, no necesariamente. "A mí me pagan por hacer entrevistas. Ése es mi trabajo y me pagan muy bien. Rodar es la parte divertida", admite con risueña complicidad.
Owen no oculta sus humildes orígenes. El cuarto de cinco hermanos, tenía tres años cuando su padre ?cantante country en un pueblecito minero cerca de Coventry (Reino Unido)? abandonó a la familia. Una realidad tan dura como lo fue que sus sueños de ser actor fueran recibidos entre carcajadas en la escuela. Entonces tenía 11 años, a los 18 ya se había marchado a Londres camino de la Royal Academy of Dramatic Arts.
"Mi verdadero amor es el cine. Cuando hago teatro mi deseo es llevarlo al cine", afirma. Del teatro sacó su técnica, su deseo de hacerle entender al público lo que viven sus personajes. De ahí lo poco que le van los héroes. "Suelen ser los personajes más aburridos. ¡Nadie es así en la realidad!", exclama divertido.
Naomi Watts destaca su sentido del humor, y Julia Roberts ríe sonoramente al recordar a su compañero en Closer y ahora en Duplicity, pero enseguida añade que junto al británico ha interpretado "algunas de las escenas más duras y arriesgadas" de su carrera. "Me hace tocar fondo", comenta. Una característica en la que coinciden todas las actrices que han trabajado con él. Es una de las constantes de este actor y quizá el detalle que le impide ser estrella, brillar en solitario. Owen siempre tiene a su lado a algunas de las mejores actrices del momento. Y es que, como dijo al recoger el Globo de Oro porCloser, "algo así es imposible de conseguir solo". "Soy uno de esos actores que realmente disfrutan trabajando con una actriz. Bueno, con otros actores. Soy de los que piensan que lo importante es conseguir una buena escena. Y mis compañeros de rodaje siempre mejoran mi trabajo", describe.
Mirando hacia atrás, la lista de actrices atractivas con las que ha trabajado es enorme: Roberts, Watts, Cate Blanchett, Monica Bellucci, Julianne Moore, Jennifer Aniston, Natalie Portman, Keira Knightle o Angelina Jolie. La carcajada ahora es realmente explosiva. "Para mí, la fama es tener la oportunidad de trabajar con los mejores", dice. ¿Pero sólo mujeres? "Las actrices son algo único, son especiales. He tenido una gran fortuna en mi carrera porque he trabajado con las actrices más increíbles. Y a mí me gusta la relación que se desarrolla en escena con una mujer", se disculpa.
Por un segundo se queda pensativo. "He sido muy afortunado con mi carrera, pero lo soy todavía más en mi vida diaria porque tengo la mujer perfecta", dice. Se trata de Sarah-Jane Fenton, un amor que también se lo dio el teatro. "Nos conocimos durante la puesta en escena de Romeo y Julieta y me quedó claro que era mi chica", se sincera. Casados desde 1995 y madre de sus dos hijas, de 11 y nueve años, de ella dice que "es el pilar de esta familia y además, siendo actriz, se conoce el terreno, así que no hay celos". Su casa y su familia siguen en Londres, mientras él se recorre el mundo con cada filme. "Es cada vez más duro dejarlas atrás, pero nos arreglamos para pasar tiempo juntos en el rodaje. Y siempre, siempre, me tomo un descanso entre películas para poder estar con ellas", aclara.
No acepta papeles pensando en el dinero, pero sí mira el reparto y los directores porque es de los que opinan que en el cine el realizador es el rey. De ahí una lista que incluye a Mike Nichols, Tom Tykwer o Tony Gilroy, entre los más recientes, o Alfonso Cuarón, Robert Rodríguez y Alejandro González Iñárritu, entre los más hispanos. "Muy diferentes entre ellos, pero todos genios", puntualiza. Pero sobre todo le tira el guión. "Antes hablábamos de suerte", explica, "pero también es cierto que a lo largo de mi carrera han existido decisiones clave que han marcado lo que hago ahora. Y lo digo tanto por los proyectos aceptados como por los que he rechazado".
Clive Owen siempre dijo que la saga de Bond no estuvo en sus manos aunque la prensa y el público le vieran perfecto como 007. Pero con o sin Bond, en su filmografía lo que Owen mantiene es el estilo. Defensor de Giorgio Armani, incluso cuando no estaba a su alcance, afirma cómplice: "Todo lo de mi elegancia se lo debo a Armani. No tiene que ver conmigo". Él pone la percha, y la cuida. Va al gimnasio y cuenta con el mismo entrenador personal que Jolie, especialmente cuando hay un rodaje en puertas. "No importa que sea de acción. Como actor necesitas toda la energía que puedas tener", explica. Además, reconoce que la moda es otro de sus vicios. "Me gusta poner atención a mi vestuario y sé lo que me gusta. Sé que no suena profesional, pero mi papel en The International fue un reto porque vestía todo el tiempo un traje de mala calidad y un sombrero horroroso. Un golpe bajo para alguien que sabe vestir como yo", remata.
"Creo que no existe momento mejor que mi llegada a los 40. Me siento como si tuviera 20. No es un problema de edad. Tengo la firme creencia de que para vivir hay que disfrutar lo que uno hace. Y yo lo disfruto enormemente".