jueves, 10 de diciembre de 2009

Dos hombres en el infierno y un bilbaino


Pues eso, los de Bilbao somos así...

Estaban tres hombres en el infierno, a los cuales el demonio impuso tres penitencias:

1º Matar a un león a ostias.
2º Hacer el amor con una mujer 20 veces seguidas.
3º Tomarse 5 litros de orujo.

El que pasara estas tres pruebas se iba al cielo.


Primero entra un alemán con sus aires de grandeza y dice:
A ver, traiganme a la mujer. Empieza : 1, 2, 3, 4, 6, y sale gritando:
¡Ya no puedo mas!!! Entonces, AL INFIERNO, dice el demonio .

Después entra un americano:
A ver, a mi­ traiganme al león. Lo encierran en la jaula, y se oye:
grrr, grrr, grrr, grrr, grrrr, grrr. Al rato sale muy mal herido, gritando: !!Ya no puedo mas!!. Pues !AL INFIERNO!, dice el demonio .

Y al final entra un vasco, del mismo Bilbao:
Estos gilipollas, comenzaron por lo mas difi­cil. A ver, ¿donde esta el orujo?.
Lo llevan a la bodega y se toma los 5 litros de orujo y sale con un pedo descomunal:
A ver, traedme al leoncito ese, ¡hip!, ¡hip!. Lo encierran con el leon y se oye:
grrr, grrr, grr, grrr, grrr.... y una hora despues miiiiaaaaauuuuu!!!!, miiiiaaaaauuuuu!!!!, miiiiaaaaauuuuu!!!!.
Sale el vasco y dice:
Y ahora, ¿Donde coño esta la mujer esa, que hay que matar a ostias?


EL DEL CULO

Dos bandidos llegan a una finca y entran en una pocilga, arrastrando a un
tipo. Adentro está un negro de 1,90m y 120 kg , limpiándose las uñas con un
cuchillo enorme.

- "Negro, el jefe pidió que le des por el culo a este chato, para que
aprenda a no hacerse el macho con nuestra banda."

Negro: "Déjenlo ahí en un rincón, que más tarde me encargo de él."


Cuando los malandras se van, el tipo dice:

- "Por favor, Señor Negro, no me haga eso, después de follado mi vida se
termina, tenga piedad, por el amor de Dios!!"

Negro: "¡Cállate la boca y quédate quietecito ahí!"

Al rato vuelven los bandidos con otro pobre hombre.

- "Negro, el jefe pidió que a este le cortes las dos manos y le perfores
los ojos, para que aprenda a no tocar el dinero de la venta de drogas."

Negro: "Déjalo ahí que dentro de un rato me encargo."

Una hora después traen otro pobrecito.

- "Negro, a este le cortas la polla y la lengua para que nunca más se meta
con las mujeres del patrón."

Negro: "Está bien, déjalo ahí en el rincón con los otros."

Finalmente, traen a otro.

- "Negro, a este lo cortas en pedacitos y le mandas cada pedacito para la
familia.'

En ese momento, el primer tipo le dice al Negro, en voz bien baja:

- "Señor Negro, por favor no se vaya a confundir, recuerde que ¡¡Yo soy el
del culo!!


**Moraleja: **

A medida que conoces los problemas de los demás, te das cuenta que el tuyo
no es tan grave !!!