miércoles, 25 de marzo de 2009

Emilio Ingrosso


entrevista. Emilio Ingrosso/Compositor y empresario

´La definición de Mallorca es ´Un momento en el Paraíso´´

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Emilio Ingrosso, junto a su compañera Elena Baquera. Foto: Esteban Mercer.

Buscado por los mejores para crear la banda sonora de películas y documentales, ha recalado en la isla donde hace su música, una "terapia" fantástica para sortear la crisis

ESTEBAN MERCER. PALMA. Es un italiano de origen, sueco de nacimiento y mallorquín de adopción. Se le conoce en sociedad por estar al frente de uno de los restaurantes más conocidos de la isla, el Paraíso, junto a Marivent. Ha sabido crear un ambiente sofisticado e internacional con reminiscencias de la elegancia que hizo famosa a Mallorca. Muchos se preguntan cómo lo ha conseguido. La respuesta se encuentra en su personalidad, sensible, educada y con un encanto arrebatador, fruto de su cosmopolitismo y de las tablas que proporciona el escenario. También en el apoyo de su pareja, Elena Baquera. Estamos ante un hombre que es por encima de todo música, en mayúsculas, un Mozart del siglo veinte que en el veintiuno es comparado por su calidad y estilo al gran Ennio Morricone, maestro de la ambientación musical en muchas películas de éxito. Las grandes productoras, Warner Bross, Disney o La Metro, conocerán pronto sus nuevas composiciones, creadas desde el amor y directas al sentimiento. Además, pese a su juventud, cuarenta y tres años, es padre de tres estrellas juveniles de la música sueca en plena expansión; muy pronto oiremos hablar de ellos en España.
-Usted que conoce tan bien a la sociedad mallorquina y extranjera que vive aquí, ¿como la definiría?
-Cuanto mas tranquilo vas, más ves. Aquí todavía sucede eso. Me gusta, es sensible y más abierta que en otros lugares; elegante, aristocrática. Yo quiero que mis obras musicales sean fotografías cercanas de lo que estoy viviendo. Dar otro sentido a lo clásico aquí es muy fácil.

-¿Qué le trajo a la isla?
-Vine por negocios y me gusto tanto que busqué la forma de quedarme a vivir aquí. Enseguida creé la sinfonía El Paraíso, porque aquí me siento en él, y después vino el restaurante al que llamé igual. Me parece muy importante la melodía en todas sus manifestaciones, y aquí la hay en todas partes.

-¿Cómo nace su pasión por la música?
-Pertenezco a una familia de grandes músicos. Desde niño siento esta pasión, todo lo que vivo lo convierto en música, por instinto, viene de dentro. A los siete años empecé al piano, con los clásicos, pero modificaba sus partituras. Rápidamente mis profesores me impulsaron a hacer mi propia música, potenciaron mi libertad y creatividad, pero ya no volví a la escuela. Mi primera composición se llamó Una donna, me inspiró el perfume de mi madre que siempre estaba sentada a mi lado, al piano. Yo nunca escribo una partitura, la guardo dentro. Dejo que otros la graben por supuesto, pero soy incapaz de trasladar a papel sentimientos tan profundos.

-¿Y cuando convirtió ese "don" en profesión?
-A los diecinueve años componía para otros artistas, pop fundamentalmente, pero sentía la necesidad de hacer mi propia música, la que no se escucha en la radio. Yo describo imágenes o situaciones, por eso resulta tan cinematográfica o documental.

-¿Como Ennio Morricone?
-La primera vez que escuché música era domingo, Beethoven, clásico puro, pero a mí me decían que era viejo y que el compositor estaba muerto. Así descubrí lo que era la muerte, sentí un angustia enorme, provocada por la música y la muerte unidas hasta que descubrí el don que Dios me había dado, convertir el dolor en belleza. Él crea la sintonía antes de que se realice la película.
-¿A Mallorca que música le pondría?
-Hago composiciones instantáneas. Un momento en el paraíso, es la mejor definición, con variaciones, dulce, me entra por la piel su melodía. Soy un ser terrible, con altos y bajos acusados, todo me afecta muchísimo. Cuando me den el Oscar, que lo recibiré porque lo siento muy cerca, mi futura mujer, Elena Baquera tendrá que recogerlo conmigo y dedicarlo a todas las compañeras de los compositores. Somos seres difíciles, cambiamos rápidamente de humor. Mallorca me da la paz que necesito y el restaurante me permite la evasión necesaria, como dos vidas. Yo quiero hacer un concierto de cómo es una vida, desde el inicio hasta la muerte, quiero abrir un camino a las personas para que entiendan la vida a través de la música. Toda la vida es como una película, lo único que hay que interiorizar es que estamos actuando en ella, somos actores y protagonistas, no espectadores.

-¿Es una terapia fantástica o real?
-Absolutamente real, solo la frase ´te amo´ es una terapia, abre el espíritu a todo lo bueno. Mi sobrino Sebastián Ingrosso es uno de los mejores disc jockey del mundo, inaugura y cierra Pachá de Eivissa cada año, y es de los mejores porque provoca algo nuevo y bueno en la gente. Organizó un concierto aquí, la invitación rezaba Cerrado para ti. Vinieron cientos de personas. Buena comida y buena música juntos son perfectos para el alma, ésta es mi vida. Es bonito el amor, pero es todavía mejor pensar en él, esperarlo. "Gira il mondo gira", esa es la clave. Sentir la vida un segundo basta. Esta crisis es buena para la gente.

-Sus hijos también son músicos de éxito en Suecia...
-Hay que educar a los niños con música, es lo primero que hay que enseñar en la escuela. Mi hijo de diecinueve años, Oliver, es un actor muy conocido. Bianca con catorce ganó hace tres años Eurovisión Junior y Benjamin, el pequeño, de once, es el protagonista de un musical de enorme éxito en Estocolmo, lo han visto miles de personas. Han triunfado jóvenes con la música como maestra.

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